¿Alguna vez has probado la remolacha cruda? Si lo intentas a mordiscos lo más seguro es que la experiencia no sea muy agradable. Sin embargo, triturada, en zumo o en Carpaccio se convierte en una deliciosa experiencia muy distinta a la de comer esta verdura cocinada. Por este motivo, hoy os vamos a mostrar cómo se hace un riquísimo Carpaccio de remolacha, un plato perfecto para las personas veganas que es muy rápido y sencillo de preparar.
Ingredientes
- Un par de remolachas medianas serán suficientes para dos platos principales o cuatro entrantes.
- Un limón.
- Una cucharada de vinagre balsámico.
- Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Rúcula para decorar.
- Sal y pimienta al gusto.
- Opcional: un puñado de nueces y varias aceitunas negras.
PD: como dato, esta es una receta apta para veganos y vegetarianos pues es un carpaccio vegano sin producto animal o derivados. Y una preparación deliciosa y diferente (y sana).
Cómo hacer Carpaccio de remolacha
- Empezamos pelando las remolachas en láminas muy finas y las colocamos con cuidado de que no se rompan en un plato o bandeja.
- Hacemos la vinagreta echando en un bol el zumo de un limón, la cucharada de vinagre balsámico y dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Mezclamos con la ayuda de una cuchara o varilla hasta llevar emulsionar los ingredientes.
- Vertimos la vinagreta por encima de las remolachas y dejamos macerar durante media hora en la nevera.
- Transcurrido este tiempo, sacamos las remolachas cortadas del frigorífico y comenzamos el montaje del plato.
- La base será de rúcula, aunque también puedes optar por berros, acelgas o espinacas según más te guste.
- Encima colocamos las láminas de remolacha marinadas.
- Podemos darle un toque final de decoración con un puñadito de nueces picadas en trozos no demasiado pequeños y dos o tres aceitunas negras por plato.
- Salpimentamos al gusto, añadimos unas gotitas de aceite y vinagre y ya está listo nuestro Carpaccio de remolacha. ¡A la mesa!
El truco del Carpaccio de remolacha está en conseguir unas láminas lo más finas posible, algo para lo que se necesita una mandolina o en su defecto un pelador o cuchillo afilado. Este plato se prepara en cinco minutos y por su colorido y propiedades nutritivas es perfecto para sacarte de más de un apuro.
Una vez que te familiarices con la receta podrás experimentar con nuevos ingredientes para la base, añadir otros frutos secos, brotes de soja, aceitunas o tofu. Si no eres vegano puedes probar a incluir queso en la receta, que modifica en gran medida el sabor y textura final del plato.
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